¿Qué le está pasando a mi posicionamiento web?

Antes de entrar en materia, debo decir que mi posicionamiento web no es el tuyo, ni tampoco el de la competencia, ni tan siquiera el de esa agencia tan potente que te gustaría contratar y que, por presupuesto, contemplas de lejos.

Cada maestrillo tiene su librillo, dice el dicho popular. Cada empresa requiere acciones distintas.

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¿Qué está fallando en mi posicionamiento web?

Puede que todo, aunque sin una auditoría SEO no sabría decirte qué. Por suerte, existen constantes fáciles de identificar que pueden ponerte en el buen camino en cuestión de semanas.

Sí, semanas. Lo primero que hay que entender en estos menesteres es que son acciones a largo plazo. Para obtener resultados rápidos, existe una cosita llamada SEM. Publicidad de pago: no es el tema de hoy.

Síntomas de un SEO en peligro (o tocado de muerte)

Los principales aspectos de un SEO pobre o nulo no giran en torno a crear un blog, consejo que se puso de moda hace unos años y que derivó en el naufragio de cientos de ellos en Internet.

El foco de atención está en la usabilidad de tu página. Cómo se muestra, qué dificultades presenta a la hora de interactuar con sus secciones o productos, cuánto tarda en cargar…

Haz el ejercicio: accede ahora mismo a tu página y si, si cumple alguno de estos requisitos, considera renovarla o plantearte algunas mejoras:

  • Se visualiza fatal en móviles y tablets
  • Tarda la vida en cargar los contenidos
  • Es confusa: con menús y submenús interminables, banners que distraen y enlaces más muertos que Ramsés II.
  • Secciones que, directamente, muestran errores.

Habría añadido algunos puntos más, pero quiero que este post sea, ante todo, una fuente de esperanza.

Si no dejaste de leer…

Quiere decir que tu web aún se defiende. Que quizá esté viejita o que el desarrollador que la creó no era tan chapuzas como crees. En ese caso, formúlate las siguientes preguntas. Si respondes positivamente a alguna de ellas, entonces sigue leyendo.

  • ¿Sabes cómo funciona tu web?
  • ¿Dispones de tiempo para invertirlo en mejoras?
  • ¿Cuentas con alguien en tu plantilla que responda afirmativamente a las preguntas anteriores?

¡Voy a mejorar mi posicionamiento con estos consejos!

Las dichosas imágenes

El primero de ellos es revisar de pies a cabeza las imágenes que has publicado. Búscate una extensión de Chrome que te indique el peso de esas imágenes. Si son “pesadas”, cambiálas por versiones ligeras.

Lo mismo con las imágenes que se quedan cortas. Son esas fotos que cuando alguien las visualiza en alta resolución muestran imperfecciones y colores imprecisos.

La arquitectura

El segundo es un consejo de arquitectura. Recuenta las páginas de tu sitio y combina las que ofrezcan poca o nula información. La socorrida página de quiénes somos puede incluir los servicios que ofreces. Es frustrante navegar por una web cuyos textos son telegramas.

Lo mismo ocurre con esos post sin sustancia que publicaste porque algún lumbreras te recomendó hacerlo. Eliminalos si aportan nulo o escaso valor; amplíalos si aún crees que tienen algo que decir.

Visibilidad en dispositivos móviles

Otro drama… con solución. En CMS como WordPress existen numerosas herramientas que adaptan la web al formato móvil y tablet. Un par de clics, otro par de decisiones estéticas y quizá no ganes el premio al diseño del año, pero tu web será más funcional.

También puede ocurrir que tu web luzca bien en estos formatos pero pequeños detalles se vienen abajo en según que modelos. Quizá la navegación, o algunas imágenes, o puede que herramientas como el carrusel de fotos se vea tan pequeño que mejor no usarlo.

Y ahora sí, vamos a hablar del blog

Generar contenidos es indispensable para el posicionamiento orgánico. Indica que tu web sigue viva, pero tampoco es indispensable. Si cumples con otros requisitos de un buen SEO, quizá con tres o cuatro artículos de gran extensión tengas suficiente para posicionar con dignidad.

Así que olvídate de escribir y escribir hasta el ahogo. Publicar mil veces en las redes sociales sirve de poco cuando el retorno es parco. Además, ¿tu cliente potencial es de leer tales especificidades?

Piénsalo bien antes de meterte en el movidón que es un blog. Sobre todo, si entras en el juego, sigue el estándar y aprende algo sobre palabras clave. No hagas como el peque que ruega un perro a sus padres y luego son estos quienes lo sacan a pasear.

Por Bill Jiménez

Copywriter y diseñador web con más de diez años de experiencia. Soy la cabeza visible de Discursiva y controlo lo bastante de marketing digital como para que tu marca o empresa salga beneficiada.